Cuando nos metemos de lleno en el mes de diciembre, muchas personas empiezan a hablar del Espíritu de la Navidad, pero ¿sabemos realmente de qué se trata? Muchos lo relacionan con la decoración navideña, los dulces típicos de la época o con esas películas que echan en televisión a todas horas relacionadas con la Navidad. Pero a decir verdad, esto poco tiene que ver son este espíritu navideño. Lo que sí que tiene que ver con este concepto, es esa sensación de solidaridad y compartir que flota en el ambiente, y que cada año se renueva de forma mágica. Si quieres saber más sobre el espíritu de la Navidad, sigue leyendo porque os lo contamos en este artículo.
Qué es el Espíritu de la Navidad
El Espíritu de la Navidad, al igual que ocurre con la Navidad, tiene sus orígenes en una antigua tradición celta que celebraba la llegada del invierno, actualmente llamamos a esto Solsticio de Invierno, es decir, el sol estático, y que tiene lugar cada 21 de diciembre en el Hemisferio Norte. La tradición celta que celebraba del solsticio de invierno, al igual que muchas otras incluyendo la Navidad, se ha ido transformando con el paso del tiempo hasta derivar en el Espíritu de la Navidad. Se dice pues que el Espíritu de la Navidad baja a la tierra y visita a los hombres de buena voluntad la noche del 21 de diciembre entre las 22:00 y las 00:00 horas, y es un momento especialmente propicio para que los que creen en dicho ser, envíen sus peticiones y deseos. El Espíritu de la Navidad, eso que viene, no es más que una especie de pensamiento colectivo relacionado con dos energías fundamentales que es muy importante recordar cada fin de año: la de dar y recibir; y la de agradecer.
Otras teorías sobre el Espíritu de la Navidad
Otra teoría cuenta que hace cientos de miles de años un ser de gran belleza y bondad llegó a la tierra proveniente de un mundo muy alejado al nuestro y, por supuesto, más evolucionado; pronto se instaló en tierras nórdicas y, al ser más evolucionado, lograba hacer realidad los deseos de las personas a las que visitaba cada año (coincidiendo con el invierno) para regalarles luz y energía.
Como podemos ver, ambas teorías tienen una fuerte relación con el New Age, con el Esoterismo y Ocultismo.
No es de extrañar pues, que la Iglesia Católica rechace enérgicamente cualquier actividad que tenga por objeto celebrar el Espíritu de la Navidad. Pero, bueno, respetamos el hecho de que cada uno crea en lo que quiera y decida. Nosotros, por nuestra parte, sólo queríamos contar que esta historia existe y también es una de las múltiples maneras que hay de celebrar la Navidad en el mundo.
El Espíritu de la Navidad en Venezuela
Cada 21 de diciembre es muy común que la familia venezolana cumpla con esta tradición que se ha logrado esparcir por distintos países del mundo, asentándose en medio de las costumbres particulares que cada cultura pueda tener dispuesta para estas fechas.
A pesar de que esta es una celebración que no encaja dentro de los cánones religiosos, es una oportunidad que aprovechan los venezolanos para abocar por la unión, la paz y el bienestar de todo el país. Si bien los rituales se mantienen en casi su totalidad, hay quienes se reúnen alrededor de una torta navideña y hacen de este encuentro una celebración acompañada de música y brindis, eso sí, propósito sigue siendo el mismo: agradecer y elevar las peticiones para el año siguiente.
Durante algunos minutos se hace silencio, aseguran que mientras se recibe la energía del espíritu navideño, y luego se sigue el compartir grupal. Listos para encarar un año nuevo, listos para nuevos agradecimientos.
En Venezuela, esta fiesta es ampliamente celebrada. Y, en lo particular, sin ser católica, me encanta porque es una ocasión más (más allá de su origen) para agradecer, compartir buenas energías y sentarme a escribir mis deseos para el próximo año.
Cómo se celebra el Espíritu de la Navidad
Suena mucho más esotérico de lo que es. A pesar de que hay una serie de rituales típicos para esta celebración, la verdad es que cada quien lo hace como quiere y puede. Desde la versión más sencilla hasta la más adornada. Hay quienes lo hacen como una gran celebración e invitan gente a casa.
Pero también hay quienes prefieren prepararlo en silencio, en solitario, o en la intimidad de la familia. Todo se vale para celebrar y recibir el Espíritu de la Navidad. Primero os dejaré algunos de los rituales más comunes y luego cada cual podrá decidir si celebrarlo o no… y cómo hacerlo:
Limpieza
Muchas personas preparan su casa o sus espacios con una profunda limpieza ese mismo día. Hay quienes lo hacen para comenzar el día; hay quienes lo hacen por la noche.
El punto de este ritual es dejar la casa limpia para recibir el Espíritu de la Navidad. Se acostumbra agregar esencias aromáticas a los productos de limpieza normales.
Durante la celebración suelen encenderse también tres inciensos diferentes: puedes usar sándalo, pino, mandarina, o cualquier aroma amaderado o cítrico.
Velas
Muchos acostumbran encender algunas velas durante la celebración.
Estas velas suelen ser de los colores típicos de la Navidad: rojo, verde, dorado, plata.
Compañía Puedes hacerlo en grupo, con amigos; con tu familia más cercana; o en solitario. Como prefieras.
Celebración
El momento de la celebración es entre las 22:00 y la medianoche del día 21 de diciembre. También puede hacerse a la par del solsticio de invierno, que este año será a las 16:28.
El ritual
Se colocan las velas en triángulo, el incienso y la esencia sobre una mesa.
Puedes agregar objetos sagrados, adornos, frutas, y cosas especiales para ti. Lo que quieras. Encendemos las velas en el sentido de las agujas del reloj, prendemos incienso y esparcimos unas gotas de esencia alrededor. Ya que estamos, también nos untamos las manos.
Abrimos todas las ventanas de la casa para darle la bienvenida al Espíritu de la Navidad, mientras pasamos incienso por estos lugares. Nos concentramos en silencio durante unos minutos percibiendo esa energía buena y positiva que nos trae el Espíritu de la Navidad, mientras sonamos campanas y agradecemos por todo lo recibido en el año.
Los deseos
Pedimos por ese bienestar colectivo tan anhelado. Visualizamos cosas buenas y bonitas para todos. Pensamos también en nuestros objetivos particulares, los visualizamos cumplidos.
Fuente: https://navidad.es/